Artesanía menorquina.
Menorca. Artesanía tradicional Balear.
La artesanía tradicional en Menorca sigue más viva que nunca. Tradicionalmente, los artesanos de la isla han sabido transmitir sus habilidades e inspirar con su arte el gusto por lo tradicional a los nuevos creadores.
Algunos artesanos, tales como los ceramistas y los joyeros, aportan su sello de autor incorporando nuevas técnicas y materiales a las piezas tradicionales.
Los artistas menorquines han sido influenciados a lo largo del tiempo por artesanos y artistas catalanes y valencianos, navegantes y comerciantes en contacto con el renacimiento italiano o por los conquistadores ingleses. Todos han coincidido en exaltar la fuerza expresiva de los elementos naturales de la isla.
En los diferentes museos de la isla podemos encontrarnos, entre muchos otros, con artistas como Pascual Calbó, Francesc Hernandez Monjo hasta la obra más reciente de los pintores Torrent o Vives Llull.
La creatividad y el oficio también se reflejan en el sector del calzado, que combina la moda de vanguardia con la tradición artesanal en sus diseños. Mención especial merecen las abarcas; popular calzado de origen campesino que están trabajadas en cuero y con suela de neumático. Todavía hoy podemos encontrarnos con algún artesano que las fabrica a medida.
Tradición artesanal
Los maestros en la elaboración del internacionalmente conocido queso menorquín, siguen el proceso de elaboración y de maduración transmitido de padres a hijos. Así como los licoreros que, sin perder su esencia artesanal, elaboran deliciosos licores de frutas y de hierbas.
La calma y el ritmo de vida tranquilo de la isla acompañan y a menudo inspiran a los diferentes artesanos menorquines. Podremos encontrarnos con infinitas muestras de su arte en sus propios talleres, en las tiendas de la isla y en los numerosos puestos que se instalan en los mercados de artesanía al aire libre.
Menorca tiene una larga tradición artesana, con una gran diversidad de oficios. Los artesanos de la isla han sabido transmitir sus habilidades y los conocimientos adquiridos a lo largo de los años e inspirar con su arte el gusto por la artesanía, tanto la tradicional como la contemporánea.
La relevancia que tiene este sector se manifiesta en los pequeños talleres que se encuentran por toda la isla, la participación de los artesanos en ferias profesionales y en los comercios locales.
Marca de garantia «Artesanía de Menorca»
El Consell Insular de Menorca ha puesto en funcionamiento la marca de garantía “Artesanía de Menorca”, con el objetivo de distinguir la artesanía creativa que se elabora en la isla e identificar a los artesanos profesionales merecedores de representar la artesanía de Menorca, sobre la base de la calidad de su obra.
Para ver una muestra permanente de los productos artesanos y poder profundizar en el conocimiento de la artesanía local es imprescindible la visita al Centre Artesanal de Menorca. El centro, que está ubicado en la población de Es Mercadal, pretende ser un referente para promocionar, difundir e impulsar los oficios y productos artesanos, dispone de venta, acoge exposiciones temporales, proyecta audiovisuales y programa actividades diversas.
El Gin
El gin es la ginebra menorquina que tiene su origen en los tiempos de la dominación británica en el siglo XVIII. En esa época, a Menorca llegaban miles de marineros y soldados ingleses para guarnecer la isla que en sus horas de asueto pedían en las tabernas la bebida entonces de moda, el gin. En la isla no se conocía este aguardiente, aunque pronto unos artesanos idearon la manera de producirlo importando bayas de enebro y elaborándolo con agua y alcohol etílico de origen vegetal.
Un heredero de esta tradición artesana fue Miquel Pons Justo, quien a principios del siglo XX creó el famoso Gin Xoriguer. Su curioso embotellado, con la imagen del antiguo molino de viento de la familia, se ha convertido en todo un símbolo de la isla. Las destilerías se encuentran en el puerto de Maó y se pueden visitar de lunes a sábado.
Pellofa y Pomada, dos variantes
El proceso comienza en los antiguos alambiques de cobre, donde se introduce el alcohol del vino, de alta calidad, junto con bayas de enebro selectas procedentes de las montañas y otras hierbas aromáticas. El resultado de la destilación es este gin, que luego se almacena en grandes barricas de roble antes de ser envasado.
Se puede tomar solo, aunque tradicionalmente va acompañado. Los combinados más populares y consumidos son el llamado ‘pellofa’, añadiendo un poco de sifón y corteza de limón; y la ‘pomada’, con limonada. Ambas variantes se venden también embotelladas.
En las instalaciones de Gin Xoriguer se puede hacer una degustación de estos productos, elaborados a la manera en que lo hicieron aquellos primeros artesanos.
Miel de Menorca
Es un producto típico de la gastronomía menorquina que se utiliza sobre todo en repostería. Forma parte de muchos platos entre los que destacan las berenjenas con miel, el cuscussó y la sobrassada con miel.
La antigua tradición artesanal apícola propició la introducción en 1885 de las colmenas móviles cuando todavía se desconocía este sistema en la península ibérica.
Se practica una sola cosecha, entre finales de junio y principios de julio.
Queso mahonés
El queso de Maó se elabora con leche de vaca, a diferencia del mallorquín, en el que se emplea leche de oveja. Su nacimiento se fraguó en el siglo XVIII, durante la ocupación británica, gracias al fomento de la cría de ganado vacuno, mayoritariamente de raza frisona, y a la gran producción de leche que se obtenía. Era tal la estima que se le profesaba que un ingeniero inglés llegó a decir que ‘los italianos prefieren el queso de Menorca al suyo parmesano’.
En la actualidad la mayor parte de la producción es industrial, aunque este queso se sigue elaborando de forma artesanal mediante antiguos métodos. Para ello, se cuaja la leche utilizando hierbas, se envuelve en un paño blanco muy fino y se moldea a mano hasta que queda compacto.
El queso de Maó se presenta en varias modalidades de curación, con aromas y sabores diferentes. El período de maduración del tierno oscila entre 21 y 60 días. Es de color amarillento, con un aroma que recuerda al de la mantequilla y un ligero sabor ácido.
Complemento exquisito para un pa amb oli
El semicurado permanece madurando de dos a cinco meses. Es anaranjado, aunque si se prepara a la manera artesanal adquiere un color marrón. Es consistente, fácil de cortar y el más conocido de todos.
Si el tiempo de curación es superior, se habla ya de queso curado, mucho más duro y de sabor intenso. También se elabora conservado en aceite de oliva, lo que da lugar aun producto exquisito. En la isla existen varias empresas dedicadas a la fabricación de queso.
Tomarse un pa amb oli acompañado de cualquiera de estas variedades es una auténtica delicia. Su preparación es sencilla: se restriega un diente de ajo sobre una rebanada de pan de payés, lo mismo se hace con un tomate, a ser posible de ramallet, se le añade un chorro de aceite de oliva, un poco de sal y, por último, el queso. Lo auténtico es acompañar el plato con aceitunas aplastadas verdes o negras.
En Menorca existen muchos establecimientos donde se puede adquirir el queso mahonés. Algunos se encuentran en el Mercat d’es Claustre de Maó.
Silla menorquina
Él mismo fundó en 1905 la fábrica familiar que más adelante produciría estas sillas. Su difusión y popularidad en la isla de Menorca la han convertido en el prototipo de la silla menorquina. Sus acabados artesanos, y su variante con balancín, la convierten en un apreciado y práctico mueble. La fábrica de sillas de Can Coca Rossa, como se conoce a la empresa familiar radicada en Ciutadella, sigue innovando sobre esta base tradicional para fabricar mesas y sillas que gracias a su calidad han alcanzado difusión internacional.
Fuentes:
VisitMenorca http://visitmenorca.com
Illes Balears https://www.illesbalears.travel/es/baleares/